Lo confieso. Quien escribe estas líneas ha pasado muy buenos ratos con este ex-policía facha, machista, asqueroso y pendenciero nacido de la imaginación de Santiago Segura. Desde la primera peli, allá por 1998, que nos presentaba al personaje, pasando por su secuela tres años después, divertida a rabiar, con situaciones hilarantes una detrás de otra, y en menor medida con la tercera y cuarta entregas, más flojas, donde se advertía un cierto más de lo mismo y una preocupante cuesta abajo. Pero, contra pronóstico, Torrente 5: Operación Eurovegas ha constituido un punto de inflexión a mejor.
El póster de la peli. Torrente vuelve con fuerza. |
Corre el año 2018, Torrente sale de la cárcel. La España que él recordaba ya no existe, ha cambiado. Ahora se encuentra dividida (literalmente) e inmersa en una crisis que se ha estancado. Tal es su shock que decide abandonar el camino recto (¿¿??) para convertirse en un fuera de la ley. Así, con la ayuda de una banda de "especialistas" reclutados de entre sus amigos y conocidos, se propondrá llevar a cabo un gran golpe que ha planeado hasta en su más mínimo detalle: atracar Eurovegas.
Con esta premisa, Santiago Segura recupera la esencia de sus dos primeros trabajos y se curra la que posiblemente es la película más divertida de la saga, superando quizá el nivel de la segunda entrega en cuanto a gags por minuto, encadenando un chiste tras otro, ametrallándonos con situaciones cómicas que se suceden una tras otra, sin tregua, regresando de alguna forma a las raíces del personaje y volviendo a presentarnos a aquel tipejo casposo, guarro y deleznable que vino para quedarse hace ya 16 años.
Esperábamos cierto humor de mal gusto. Y lo hay; si no, no sería Torrente. Pero convive perfectamente con un buen número de planteamientos ingeniosos, situaciones cómicas de lo más ocurrentes, una trama bien hilada que pone a cada uno en su sitio y la acostumbrada crítica social que en esta entrega se vuelve más ácida si cabe, arremetiendo sin cortarse un pelo contra la corrupción, contra los nacionalismos (me gustaría conocer los números de recaudación de esta película en Cataluña) y, en defintiva, contra la sociedad en general.
Tal parece que en las pelis de Torrente haya más gente que un día de Navidad en Preciados o Gran Vïa... |
En cuanto al reparto, hay de todo, como en botica. Torrente es Santiago Segura del mismo modo que Indiana Jones es Harrison Ford. Alec Baldwin nunca me ha hecho tilín, limitándose a figurar como la estrella que pretende darle empaque a la peli. Los chanantes Julián López y Carlos Areces, hilarantes por momentos, hacen suyos sus papeles de Cuco y Ricardito respectivamente, haciendo gala de sus aptitudes (y actitudes) para la comedia. Un sorprendente Jesulín, muy simpático, echándole gracia y sin problemas para reírse de sí mismo. Le sobran minutos a Cañita Brava (un poco hace gracia, demasiado acaba por cansar). Anna Simón entre natural y sexy, el regreso de Fernando Esteso, Angy poniéndole ganas, Neus Asensi y Chus Lampreave recuperando viejas sensaciones, Flo haciendo de Flo, y más, muchos más, con los habituales cameos. Y no podía faltar Tony Leblanc, en esta ocasión en una breve aparición in memoriam.
Ideal para desconectar. Perfecta para eliminar una jaqueca descomunal tras un día complicado en el curro: comprobado. Cine de evasión sin medias tintas.
¡Ah! Y de propina con la poderosa voz de Mónica Naranjo ("amigueta" de Segura a raíz de que coincidieran en el programa de A3 Tu cara me suena) y el arte del gran Sabina en la banda sonora. ¡Ahí es ná!
¿Nos hacemos unas pajillas...?
¡Saludos culinocinéfilos!