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viernes, 22 de noviembre de 2013

ARROZ CON REBOLLONES Y JAMÓN


Este año están los rebollones (níscalos) más baratos que el pasado. En Valencia los encuentras de buena calidad entre 1.90 y 2€ el cuarto. El otro día compré una bolsita para probar una receta, y nos gustó tanto, tanto, taaaaanto, que me he decidido a compartirla mientras queden por ahí estas joyitas.


Había visto otras recetas por ahí que no me convencían, con pato, cordero, un mix de verduras... Pero los rebollones duran tan poco y están tan buenos, que lo que yo quería era ese sabor, de forma que ésta fantástica seta fuese la protagonista del plato. No me quiero enrollar mucho que la receta es larga. Sólo recomendamos que lo probéis, es un lujo!

INGREDIENTES (2 PERSONAS)

- 200 gramos de arroz redondo
- Unos 450 gr. de rebollones (según las piezas)
- Un paquetito de taquitos de jamón, de los que van cortados pequeñitos.
- 2 dientes de ajo hermosos
- Una cucharadita de tomate concentrado
- Colorante alimentario amarillo (el típico de la paella)
- Unos 450 - 500ml. de caldo de verduras (En mi caso comprado hecho)
- Media cucharadita de café de pimentón dulce.
- Aceite y sal y perejil.

Déjate todos los ingredientes preparados antes de empezar -Mise en place-. Al contrario que con la receta de la paella estos ingredientes se hacen rápido y es mejor que estén listos para usar para evitar que algo se te queme.



Lo primero es limpiar y cortar los rebollones. Para limpiarlos, ponlos bajo un chorro suave de agua (cuidado que son delicados). Después, sécalos con cuidado con un papel de cocina. Yo recorto con una puntilla el borde, un milímetro, lo justito, pero así elimino la parte que puede estar más "pachucha". Por último, retira la parte "fea" del tronco si es necesario, y corta en trozos más o menos del mismo tamaño.



Calienta en la paella aceite de oliva y sofríe los ajos picados con cuidado que no se quemen. Una vez ligeramente dorados añade los rebollones. Añade perejil y una pizca de sal ¡Poca, que ahora vas a añadir jamón que ya es salado, y el caldo comprado ya lleva sal! Sofríe unos minutos, hasta que cojan un ligero dorado y suelten parte de su jugo. Añade el jamón. Al jamón sólo vamos a darle un par de vueltas junto con el resto de ingredientes, un minuto o menos.

Haz un hueco en el centro de la paella y añade el pimentón, y rápidamente el tomate, para que el pimentón no se queme. Ahora añade el arroz y dale un par de vueltas para que se mezcle bien con el tomate. Mientras haces esto calienta el caldo en el microondas. Al añadirlo al arroz debe estar lo más caliente posible para que arranque el hervor rápidamente.

Debes añadir unos 250 ml. de caldo caliente. Ahora es el momento de añadir el colorante, hasta que veas que adquiere ese tono amarillito tan apetitoso. Tendrás que tener la paella al fuego unos diez minutos a fuego medio-fuerte, y después bajarlo hasta que se consuma el caldo COMPLETAMENTE. El arroz en paella debe ser seco y el grosor de la capa el menor posible. Aquí te dejo un resumen en imágenes:



¡OJO! Una vez echado el caldo, repartes bien con la rasera todos los ingredientes, y luego ¡NO SE TOCA MÁS! No vale ir meneando el arroz de una paella si no quieres acabar con una plasta.



Lo tendrás listo en 18 a 20 minutos. En este tipo de preparaciones lo más importante es estar pendiente del fuego e ir controlando para que el arroz no se pase ni se quede crudo. Un buen arroz tiene que estar en su punto. 



NOTAS

- Si no tienes costumbre de cocinar este tipo de arroces secos, es buena idea que mantengas siempre un poco más de caldo MUY CALIENTE. Hirviendo, si puede ser. Así, si ves que te has quedado corto puedes añadir sin causar una debacle culinaria. ¡Ojo, que esto vale para el caldo hecho; No vale añadir agua a una preparación que está a punto de terminarsu cocción!

- Yo lo he preparado en paella. Soy valenciana, y el arroz seco y suelto me tira más que de ningún otro modo. Pero este arroz estará igualmente bueno si lo preparas tal cual en cazuela, pero le pones unos 600 o 700 gramos de caldo y lo haces meloso. Yo igual lo pruebo antes que se acabe la temporada de rebollones. De éste modo sí que se vale mover el arroz de vez en cuando. Así soltará parte de su almidón al caldo para que quede espesito.

- Si no tienes paella, puedes hacerte una sola ración (con la mitad de todos los ingredientes) en la sartén más grande que tengas. Pero no quieras hacer un arroz seco en una cazuela de poco diámetro. Conseguirás la parte de bajo pasada y la de arriba cruda. Para éso, hazlo directamente meloso que estará riquísimo.





 

miércoles, 20 de noviembre de 2013

LA GUERRA PUEDE SER UN JUEGO?

Hola frescos!!!! Ayer martes aprovechamos la oferta de los Yelmo Cines para ir a ver EL JUEGO DE ENDER, a 3´5 euros la entrada, se rumorea que con el éxito de la fiesta del cine podrían hacer todos los meses unos días especiales de cine muy barato. Os mantendremos informados como siempre a través de nuestras cuentas de Facebook y twitter (@Cocinaparadiso).


Ya hacía mucho que no nos pasaba lo de ayer, yo salí encantado de haber visto una peli de ciencia ficción completísima, donde el ritmo es genial, los actores pese a su juventud llevan bien sus papeles y Harrison Ford borda el suyo; la historia me encantó, clásica y con unos puntos de discusión moral que le dan más profundidad de lo esperado en pelis de este estilo, una dirección por parte de Gavin Hood que acierta al mostrarnos la acción de forma bastante limpia y sin mucho movimiento extraño de cámara, de manera que, dentro de la complejidad de las batallas espaciales, siempre sabemos lo que está pasando. A destacar una potente Banda sonora de Steve Jablonsky, que envuelve toda la acción dándole un aire épico y futurista con sonidos y ritmos muy adecuados en cada momento (pincha aquí si quieres escuchar algún tema). Vamos que me gustó un huevo frito y medio!!!

Yo en cuanto salgo siempre le pregunto a Mery que le ha parecido y comentamos si coincidimos y que nos ha gustado más o menos. Pues ayer me quedé de piedra, mientras yo gozaba con la ingravidez, los lasers, la evolución del héroe, las naves y los aliens, para ella la cosa fue una peli de "muchachitos que juegan al paintball espacial hasta que aprenden a jugar al lasertag espacial". Mi cara era como la de Arnold sin escafandra en el Marte de Desafío Total.
A lo mejor he exagerado un poco pero se entiende el concepto no?
Yo gozando con una historia de épica y con fondo filosófico además, y a mi lado se estaban pegando un torro de muerte. Estas cosas pasan, las historias o te atrapan y te llevan a su magia o todo te parece una chorrada.

A mi me han dado ganas de leer el libro y algo más de la saga, comprarme la banda sonora y esperar con ganas a tenerla en bluray para ver los extras.
Profundizaría más en la historia y en lo que les pasa a los personajes pero seguro que suelto algún spoiler, y esta es una de esas pelis que si te cuentan demasiado pierde mucho. Solo comentaré, ya que va con este blog el tema, que tienen gracia las comidas espaciales, con unos aspectos cuadriculados y perfectos que las hacen muy creibles en el contexto en que están.


Yo la recomiendo, Mery no. Conocéis el libro, ya habéis visto la peli? Que os ha parecido? Comentad por aquí o en facebook, lo que nos gusta es vuestra participación.

Un abrazo frescazos!!!

domingo, 17 de noviembre de 2013

NUGGETS DE POLLO. OH, YEAH!

Últimamente no se que pasa, pero no paro de encontrarme vídeos sobre las horribles técnicas que usan determinadas empresas alimentarias cuyos productos nos comemos. "Super Size me" o el vídeo de Jamie Olivier sobre el McDonald´s son un ejemplo. Por cierto, no se me ocurre ahora mismo ningún ejemplo sobre el Burguer King... Mmm ¿Por qué será? En fin, yo he de reconocer que me gustan las hamburguesas, y que me gusta el McDonald´s, y también el Burguer King. Por supuesto que hay hamburgueserías mejores, y por supuesto que no es para comerlo con asiduidad, pero cumple su función. Cuando buscas algo rápido y económico antes de, por ejemplo entrar al cine es un valor seguro. Y en determinadas fechas, casi una tradición.

¡Ala, ya lo he dicho! Ahora podéis llenarme el blog de comentarios indicando que su comida está hecha de poco menos que excrementos podridos, que en ella mean las ratas, que una vez el primo segundo de un amigo de tu tía Pepi encontró un diente humano, y lindezas similares, pero qué queréis que os diga. Me fío más de cualquier McDonald´s que de determinados lugares de dudosa higiene que he visto por ahí. Y si no, que le pregunten a Chicote, al chef Ramsey o a cualquier inspector de sanidad, que seguro que tendrían más que una historia que contarnos a todos.

No obstante, y no creo que sea incompatible una cosa con la otra, si me apetece comerme una hamburguesa en casa, me la hago caserita. Con el trozo de carne que yo elijo, que me pica delante de mí mi carnicero, que aderezo a mi gusto, normalmente con especias para evitar el exceso de sal. Lo mismo para las pizzas, focaccias, sandwiches, quiches, croquetas... Porque también es cierto que ahora mismo hay tal oferta de comidas preparadas, enlatadas, congeladas o precocinadas que hoy por hoy una familia podría alimentarse sólo de cosas que vienen envueltas en plástico. Y como me dijo una vez mi amiga Pilar, la del Yocomotuarte: "Mery, no se pueden comer cosas tan muertas". Y tiene razón, porque al final no sabremos lo que comemos, ni sabremos cocinar una triste tortilla, que por cierto, también las encuentras envueltas en plástico.

Dicho ésto, espero que entendáis que a una cocinillas aficionada como yo le llamase la atención la posibilidad de hacerme unos nuggets caseros, que son muy molones para una cena informal. Además, congelan fenomenal, así que si te pones, te da igual hacer veinte que cuarenta y los tienes listos para cualquier ocasión. La primera pregunta que me haréis... ¿Y saben igual que los del McDonald´s? Pues no. Para empezar, y obviando el hecho de que su receta debe estar guardada bajo siete llaves y trescientas patentes, porque la grasa que llevan éstos debe ser la décima parte. Están hechos únicamente de pechugas de pollo limpias, y la grasa queramos o no, afecta al sabor de los alimentos. Además, yo los he hecho al horno, evitándome además la fritura, pero con la misma receta puedes hacerlos fritos en abundante aceite caliente y los tendrás más jugosos. Ahora bien, te puedo decir que están super ricos, bastante logrados, y con éstos, sí que sabes lo que comes. Que a mí, en un 99.9% de las veces, también me importa.

Nada que ver con el respetablemente fritanguero plato que nos sirven por ahí...

INGREDIENTES

- Una pechuga grandota o dos pequeñas (Aprox. 300 gr) Pídele a tu carnicero que te la pase dos veces por la picadora. yo lo hago siempre para las hamburguesas, por ejemplo. Cuanto más picada mejor.
- Dos cucharadas colmadas de queso de untar (Si quieres darle un toque, puedes usarlo a las finas hierbas, aunque se parecerá menos a los originales estarán buenísimos)
- Un huevo
- Miga de pan
- Leche
- Un diente de ajo, sal y pimienta (o las especias que prefieras)
- Otro huevo y pan rallado para rebozar

Con las pechugas picadas en un bol, vamos a hacer una especie de albóndigas. Sólo hay que mezclar todos los ingredientes, excepto los del rebozado, de forma que se integren bien. La leche es para mojar la miga de pan. Tal cual como en las albóndigas. Remojar, escurrir ligeramente e integrar en la masa. Si tienes una buena picadora en casa, puedes darle un par de vueltas más, la idea es que quede todo triturado, como si fuese una especie de paté espeso. Ha de tener la consistencia justa para poder trabajarla sin que se nos pegue todo a las manos.

En cualquier caso ten en cuenta que al llevar queso de untar, un poco pegajosas van a estar, no se trabajan tan fácil como otro tipo de masas. Lo ideal es ir cogiendo porciones con una cuchara y pasarlas directamente al huevo batido, y de ahí, al pan rallado. Haremos una bola, y la aplastaremos un poco, sin trabajarlas mucho. Tal como los nuggets han de quedar irregulares. Lo único a tener en cuenta es que tengan más o menos el mismo tamaño, para que se hagan por igual.






Con el horno precalentado a 200 grados, mete tus nuggets y hornea unos 20 minutos, hasta que empiecen a coger un color dorado. Ten en cuenta que no quedarán tan dorados como los fritos, así que no te pases con el horneado porque si no quedarán demasiado secos.

 

Te saldrá un platazo considerable

Unas cuatro raciones así.


Más o menos tienen esta pinta:

 


O como dijimos antes, si prefieres, los puedes hacer fritos. Así y todo van a a tener mucha menos grasa que los comerciales.

Ah! Para los curiosones, os dejo el experimento de Jamie Oliver con los niños de un cole, enseñándoles como se hacen (según él) los nuggets de pollo del imperio de la burguer. Está en inglés, pero el concepto se entiende muy bien, y la reacción de los niños es cuanto menos, curiosa:



Espero que los disfrutéis.
¡Hasta la próxima co-cine-ritos!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

AMIGOS DE COCINA PARADISO: EXPERIMENTO GOONIES

Ya conocéis por el post de LE GRAND COLBERT: CUANDO MENOS TE LO ESPERAS a nuestros amigos Carba y Ana. Pues hace poco hicieron un fantástico experimento y estamos encantados de que lo compartan con nosotros, ya tuvimos una experiencia de este estilo al ir con nuestras sobrinas al cine en el post EL EFECTO NUNCA JAMÁS. Sin más dilación os dejo con EL EXPERIMENTO GOONIES:



A uno los niños ya le llaman señor por la calle y, lo confieso, según me pille el día me acuerdo del padre o de la madre del niño o niña en cuestión (las criaturas no tienen culpa, como suele decirse), padre o madre que tendrá mi misma edad, o incluso menos. Es ley de vida, lo sé, pero sigue sin gustarme. Inocentes sinsabores cotidianos aparte, el que te llamen señor tiene sus ventajas. Una de ellas, el haber tenido la oportunidad de ver en pantalla grande aquellas películas de aventuras de los años ochenta que, hoy, ya son clásicos del cine. Porque los de mi generación pudimos disfrutar, primero con nuestros padres y más tarde con nuestros amigos, de una década de cine que marcó un hito y que, en lo artístico, destacó por su creatividad e imaginación desbordantes.
 
Me recuerdo en la sala de cine viendo embobado “En busca del arca perdida” en su estreno, con mi madre en la butaca de al lado tapándose los ojos cada dos por tres porque, al igual que le ocurría a Indiana Jones, las serpientes le dan un asco visceral y, literalmente, no puede verlas ni en pintura; y en aquella peli, si recordáis, había unas cuantas. O la saga de “Star Wars”, fascinado por los sables láser, por ese amasijo de chatarra que era el Halcón Milenario (pero, también, la nave más veloz de la galaxia, no se nos enfade Han Solo) y por los imponentes caminantes imperiales. O “Regreso al futuro”, que nos hizo soñar con los viajes en el tiempo. O “La princesa prometida” (Hola, me llamo Iñigo Montoya. Tú mataste a mi padre. Prepárate a morir). O “Los gremlins”, el regalo de Navidad que siempre hubiera querido tener, a pesar de aquellas absurdas reglas. O “Arma letal”, finalizada la cual me imaginaba corriendo por las calles de Los Ángeles detrás de proxenetas y narcotraficantes en plan Mel Gibson, y no por la calle Uría de Oviedo detrás del autobús, que se nos iba, porque era de noche y el siguiente tardaría sus buenos treinta minutos en llegar. Y tantas otras.

Arqueología: una cartelera de cine de los 80 en Oviedo.
 
Eran otros tiempos, con una menor oferta de formatos audiovisuales y más cines, muchos más, como muestra esta cartelera de Oviedo que publicaba una revista de la época, cines hoy todos ellos desaparecidos (sobreviven el Teatro Campoamor y el Teatro Filarmónica, pero ninguno de los dos proyecta cine habitualmente) a causa de la influencia de diferentes factores que han sido debatidos en alguna ocasión en este mismo blog, debate que, a buen seguro, continuará. Entristece pensar que, en Oviedo, tan sólo quedan unas pocas salas en un centro comercial.

Estaréis conmigo en que una de las películas icónicas de los ochenta fue, sin duda, “Los Goonies”, que nos cuenta el asombroso viaje lleno de trampas y peligros al que se enfrenta un grupo de chicos en busca del tesoro perdido del pirata Willy el Tuerto, cuyo descubrimiento podría evitar que el barrio donde viven sea derruido para construir un campo de golf.

El cartel de la peli. Todo un icono ochentero.

Aprovechando que hace unos días los cines Kinépolis Madrid proyectaban la película, a Ana y a mí nos faltó tiempo para volver a verla y, de paso, meternos un buen chute de nostalgia. Y se nos ocurrió que podríamos llevar a cabo un interesante experimento. La víctima: Irene. Sobrina de Ana. 9 años. Le gusta “Violetta” y es fan de los One Direction. Por alguna oscura razón flipa con “La que se avecina” y, por suerte, también con las pelis de Pixar. El objetivo: comprobar cómo reaccionaría una niña de hoy en día, acostumbrada a los contenidos audiovisuales modernos, ante una película de hace casi treinta años, con un lenguaje cinematográfico, una calidad de imagen y un ritmo diferentes. Total, que le propusimos ir al cine con nosotros, y aceptó. ¿”Los Goonies”? ¿Esa cuál es?, preguntó. Una de aventuras, muy divertida, pero tiene algunos añitos, le dijimos. A pesar de no tener ni idea de con qué se iba a encontrar, se lanzó al vacío.
 
Esas entraditas que guardaremos como oro en paño.

Entramos al cine (ni un pobre cartel, ni un mísero póster por ningún lado que anunciara la película), sala 2, nos acomodamos en las butacas 10, 11 y 12. Sala enorme, un pantallazo delante de nosotros que ocupa casi todo el frente. Irene se sienta entre nosotros dos. Es la primera sesión de un sábado de puente por la tarde y en la sala hay unas cuarenta personas, la mayoría padres treintañeros y cuarentones con sus hijos pequeños, más algunos espectadores solos o en pareja. Las luces se apagan, comienza la proyección y, por un momento, pienso que en aquella oscuridad absoluta que nos envolvió por unos metros entre la puerta de acceso a la sala y el especio de butacas hemos viajado en el tiempo porque ¡oh, sorpresa! la peli se proyecta en 35 mm y quedo hipnotizado por esa imagen entrañablemente imperfecta. Me siento rejuvenecer. Nos miro y lo que veo es a tres niños en las butacas.

Los Goonies embobados con el mapa de un tesoro escondido. ¿Quién de vosotros no ha soñado alguna vez tener uno delante?
 
La peli es aún mejor de lo que recordaba. Ana y yo disfrutamos de nuevo con esa trepidante historia de aventuras, con esos diálogos chispeantes, con esas interpretaciones tan frescas porque, eso lo sabía ya, una de las máximas del director, Richard Donner, durante el rodaje fue que los jóvenes actores improvisaran mucho; tanto que, de hecho, el descubrimiento del barco pirata para los protagonistas también lo fue para los actores: no lo habían visto hasta el mismo rodaje de la escena, de forma que sus reacciones cuando se giran en el lago subterráneo y lo ven por primera vez son las auténticas de los chicos. Un barco pirata a escala real. Imaginaros.


Cuevas, trampas, un barco pirata, un tesoro oculto, malos a los que enfrentarse y Spielberg de por medio. ¿Cómo no iba a gustarnos Los Goonies?


Pero ciñámonos al experimento. Podemos concluir que el resultado fue un éxito. A Irene le entusiasmaron las aventuras de “Los Goonies”. Durante la proyección en varias ocasiones le preguntamos si le estaba gustando, y en todas asentía, muda, sin quitar la vista de la pantalla, salvo una vez, en que nos dijo, sin mirarnos, me encanta, nunca sabes lo que va a pasar... Por el rabillo del ojo la veíamos concentrada en la peli, boquiabierta según se sucedían sorpresas una tras otra, riéndose con los golpes de humor o, directamente, partiéndose la caja, como nosotros, en la escena del interrogatorio que Gordi sufre a manos de la familia Fratelli al completo.

El interrogatorio que Gordi sufre a manos de la familia Fratelli al completo es, sin duda, una de las escenas más divertidas de la peli.
 
Reconocemos que este experimento dista mucho de ser científico. Y que, sí, en cierto modo estaba amañado porque sabíamos de antemano casi al cien por cien cuál sería la conclusión. Sabíamos que Irene se divertiría con esta peli, igual que lo hicimos nosotros en su día, igual que todas las generaciones hemos vibrado con “La isla del tesoro”, con “20.000 leguas de viaje submarino”, y con tantas buenas historias de aventuras, fuera cual fuera el soporte donde las hubiéramos leído, visto o escuchado. Porque la ilusión, los sueños, la pasión por la aventura, la fantasía, la imaginación, no tienen épocas.

Pero, ¿qué mejor excusa que ésta para ir a ver “Los Goonies” al cine?

THOR EL MUNDO OSCURO ES TU CULO

Ya deberíais saber que la mitad friki de este blog es un gran fan del superdemoda género de los Superhéroes. Así que no íbamos a dejar pasar la última de la factoría Marvel/Disney que nos cuenta las aventuras de Thor y amigos tras el incidente de los Vengadores. El acierto en la película es separarse de este mundo y contar una historia propia del dios del trueno. Así que nos disponemos a profundizar en un mundo de elfos, guerreros y monstruos al estilo de las clásicas pelis de aventuras tipo excalibur, conan y demás, pero con un toque de sci-fi quenos recuerda que no son dioses sino seres diferentes.


Esto es interesante, pero la peli no va más allá, tampoco lo esperaba. Es un producto como su primera parte, entretenido y fácil. Aquí se nota que el presupuesto ha subido y es todo más grande y vistoso. La historia es facilona y tiene mucho de casualidades de esas que cantan bastante. Un final con saltos de dimensiones y cosas que hace las escenas de acción algo confusas. La dirección ha cambiado y el encargado ha sido Alan Tylor conocido por su trabajo en Juego de Tronos, se nota que esas partes más pequeñas las domina pero cuando viene la acción falla un poco y las cosas no quedan muy claras.

Este poster es la peli, heroes, villanos, romance, acción y elfos con naves espaciales.

 
Los actores bien, Chris Hemsworth es Thor, aunque me gustó más en la primera parte, quizá le falta algo de carisma y su problema es que Tom Hiddleston que hace de Loki dota a su personaje de mayor carisma y empaque, lo que hace que el prota no lo sea tanto y eso es un error, ya pasó con otras pelis como los Batman de Burton donde los villanos tomaban más protagonismo que el héroe.



Hay que decir que la banda sonora de Brian Tyler es buena, potente y épica como debe ser, pero a mi en particular la de Patrick Doyle me encanta y tenía identificado a Thor con esas melodías de forma que las eché de menos. Pero bueno, Tyler que ha cogido el testigo no se ha quedado atrás y le ha dado su toque personal a la película.

Resumiendo, la cosa se queda un poco en otra de supers divertida pero algo hueca. No sé como va a seguir esta fase 2 de Marvel, veremos como queda el Capi América, que pinta bien. Aunque creo que lo mejor en este género va a venir con los mutantes. Mientras, a ver el culo de Thor.

jueves, 7 de noviembre de 2013

ESPIRALES DE HOJALDRE PASO A PASO

Estamos a primeros de noviembre, pero ya es Navidad en el Corte Inglés, en Carrefour, y en todas las grandes superficies. Por ejemplo Mercadona lleva ya casi un mes vendiendo turrón, mazapán e incluso polvorones. Es oficial. Es el momento opíparo por excelencia, la época de los dulces y las comidas elaboradas que habitualmente no hacemos.
Yo me resisto a iniciar ya la senda de los kilos navideños, la verdad. Pero voy a empezar a dejaros por aquí algunas ideas, en nuestra línea: Facilitas, económicas y que te hacen el apaño si se presenta una merienda con amigos, o para acompañar un café, porque aceptémoslo: cuando llega una de estas celebraciones, da igual si te has sentado a cenar a la mesa de Howarts, en la de los niños perdidos o si te ha invitado a comer Obelix, que parece que si llega el café y no sacas el dulcecito, no es Navidad.

Ya os he mostrado en algún post mi afición por las masas frescas de hojaldre. Se venden en cualquier supermercado y Son muy versátiles, te aguantan varios días en la nevera, o puedes tenerlas congeladas y sacarlas si te llega la ocasión.
 Pues bien, hoy traigo un paso a paso para crear éstas espirales tan chulas. 




Realmente puedes ponerles el relleno que quieras. Éstas son de la famosa crema de "leche, cacao, avellanas y azúcar" pero ¿qué te parece con una crema de turrón, y espolvoreado con un poquito de almendra crocanti? ¡Pues buenísimo, la verdad! ¡Y fácil, fácil, fácil! Te cuento: 
Extiende sobre un papel vegetal una lámina de hojaldre fresco y estíralo un poco con las manos porque siempre se encoge un pelín por estar enrollado y frío.  Después, extiende una buena capa del relleno elegido


Cubre con otra lámina de hojaldre. No hace falta sellar como hacemos con las empanadas, y no pasa nada si ambas planchas no cuadran a la perfección. Lo importante es no sufrir, que esto salir, sale! Ahora cortala con un cuchillo de filo o cortapizzas a lo ancho, tiras de poco más de un dedo de grosor. 

Intenta hacerlo en línea recta, pero si no no pasa nada. Yo soy de lo más torpe, como verás en las fotos de abajo, pero aunque te salga una línea torcida no sufras! Que al enrollar no se notará!

Bien: Ahora viene la parte delicada, te lo cuento paso a paso: 
0.- Precalienta el horno a 200 grados.
1.- Separa un poco la primera tira cortada y poco a poco, desde el centro a los extremos ve girando con cada mano hacia un lado. Lo harás mejor si la mantienes apoyada sobre la mesa. Tienes que conseguir una espiral.
2.- sin levantarla de la mesa, ve enrollándola ahora sobre sí misma para formar un "Caracol"
3.- Para terminar, mete el último extremo debajo de la roseta que has creado para que no se te abra en el horneado. 
4.- Ya tienes tu primera espiral. Repite el proceso con cada tira hasta terminar y ve dejándolas sobre el papel vegetal.
5.- Pincela con huevo batido para darles un poco de brillo.




Una vez hayas terminado, hornea hasta que estén doradas, más o menos 15 minutos. 
Si quieres puedes decorarlas con brillo pastelero, azúcar glass o almendra crocanti.


Ya tienes tus espirales! prueba, verás que es más fácil hacerlas que lo que resulta escribir la receta! Y triunfas fijo! Y si no, ya me cuentas...