Buscar este blog

jueves, 31 de julio de 2014

¡¡SIMIOS A GOGO!!

Debo ser de los pocos a los que El Origen del planeta de los simios le pareció una peli muy floja. La revisé justo antes de ir a ver la nueva y sigue teniendo unos cuantos problemas de guión que con algo de imaginación la hubiesen puesto a un gran nivel.

Así que cuando fuimos a ver El Amanecer del planeta de los simios iba con algo de escepticismo a pesar de las buenas críticas que se oían. Por suerte está es una de esas segundas partes mejores que la primera.

Fantástico el cartel de la peli, los simios empiezan a dominar a otros animales.

En el apartado técnico se ha mejorado, los grupos de simios si que siguen pareciendo bastante digitales pero cuando el número se reduce es verdaderamente alucinante los matices y las interpretaciones que les han sacado a los actores.

La historia viene 10 años después del Origen con una tierra arrasada por el virus simio, quedan pocos humanos y para su supervivencia necesitan entrar en el territorio simio y contactar con ellos. Los humanos quedan en segundísimo plano y de hecho es lo más flojo de la peli. Ante las actuaciones simias los humanos no dan la talla, quizá el actor protagonista ha sido un error, con alguien  más carismático esa parte hubiese ganado. Aunque da la sensación de que está hecho adrede para que sean los simios los que queden de muerte a nivel técnico e interpretativo.

La historia de los simios nos cuenta como viven, como han evolucionado y como esa evolución en su inteligencia les traerá lo mejor del progreso y lo peor. Los humanos en conjunto seguimos siendo malos, y los simios conforme se nos van pareciendo aprenden también lo peor de nosotros.

Al final César es un simio bastante bonico y razonable, pero aquí da un miedo que te cagas.

Como siempre no entraré en más detalles del argumento para no reventaros la peli. Comentar que es entretenida de principio a fin, tiene mensaje, intriga, grandes escenas, buena música muy bien usada y actuaciones que dejan con la boca abierta. Si bien la podemos considerar el mejor blockbuster del verano, creo que tampoco es una obra maestra, aunque sin duda verla en el cine es lo que debería hacer todo buen cinéfilo y amante de la ciencia ficción.

Queda mucha historia simia por contar y si al menos mantienen el nivel, estaremos encantados de seguir acudiendo a las salas de cine a ver como evoluciona esta nueva raza.

Antes de despedirme, desearos que continuéis disfrutando del verano y aunque no cerramos el blog por vacaciones quizá notéis algo de falta de actividad.

Y recordad en verano, a cenar y al cine!!

jueves, 10 de julio de 2014

OPEN WINDOWS: LAS VENTANAS INDISCRETAS

Que Nacho Vigalondo es una rara avis dentro del panorama cinematográfico español es un hecho. Nos sorprendió en 2007 con su espléndida ópera prima Los cronocrímenes, un thiller sazonado con viajes en el tiempo donde ya ponía de manifiesto su estilo de cineasta arriesgado y rompedor. Planteaba algo diferente a lo habitual en nuestro cine y eso en Cocina Paradiso, como sabéis, hace que nos mojemos los pantalones.


El reciente estreno de su tercer largo, Open Windows, nos pilló de vacaciones en Oviedo y no pudimos resistir la tentación de irnos quemando rueda hasta los cines de Los Prados para ver la peli lo antes posible. El resultado: una gozada visual que ahora queremos compartir con vosotros.



El cartel de la peli. La cara de susto de Elijah Wood no es para menos...

En Open Windows, una co-producción internacional rodada en inglés, Nick (Elijah Wood) ha ganado una cena con Jill Goddard (Sasha Grey), su actriz fetiche, en un concurso por internet organizado con motivo de la promoción de su última película. Cuando la cita entre ambos es suspendida a causa de los antojos de la caprichosa actriz, un desconocido, demostrando unas pasmosas habilidades como hacker, le ofrecerá a Nick la posibilidad de espiar a Jill durante el resto de la noche desde su propio portátil como ningún otro fan podría soñar jamás. Pero pronto caerá en la cuenta de que se ha involucrado en un peligroso juego que le viene demasiado grande.


Partiendo de esta premisa Vigalondo riza el rizo y nos ofrece un thriller innovador, excitante, que se apoya no sólo en una trama compleja, con múltiples recovecos, giros y trampas, sino también en una puesta en escena visual realmente audaz, donde la pantalla tradicional es sustituida por la de un ordenador portátil y la sucesión de planos por ventanas que se abren una tras otra en la pantalla del portátil, consiguiendo de esta forma que la historia se desarrolle con un ritmo vertiginoso. El que haya sido rodada en tiempo real añade una dosis adicional de suspense que nos atrapa aún más si cabe, hasta el punto de meternos en la piel de Nick y experimentar, como él, que alguien ha conseguido controlar nuestro PC y nos está haciendo la pascua. El clímax de la peli es largo, extenso, tanto que por un momento nos lleva a pensar que Vigalondo ha sido víctima de su propio guión, se ha perdido y va a dar al traste con una historia prometedora, pero sólo es otro truco más: al final todo cuadra, las piezas encajan y el cierre es coherente y, al menos para nosotros, inesperado.




La sucesión de ventanitas que se abren en la pantalla como si estuviesen poseídas por el reggaeton os obligará a estar atentos en todo momento para no perder detalle.

Es inevitable la comparación con títulos menores como Fanático, aquella olvidable película en la que un Robert de Niro que ya empezaba a perder los papeles (los buenos papeles como protagonista, entendámonos) interpretaba a un fan obsesionado con su ídolo del béisbol. Pero también con obras maestras como La ventana indiscreta, esa maravilla de Hitchcock de la que Open Windows es digna heredera porque, como en aquélla, nos mete de lleno en la piel de un tipo normal que de pronto se ve envuelto en una situación que le supera pero de la que, sin embargo, se mostrará reacio a escapar. Y es que, en el fondo, lo que Nacho Vigalondo ha conseguido es adaptar a las nuevas tecnologías el buen cine de suspense.


Todo ello con la virtud añadida de que, aun contando con un mayor presupuesto que en trabajos anteriores, ha logrado conservar ese tufillo a cine independiente, a ese cine de autor alejado de las grandes productoras que le ha permitido hacer lo que le ha dado la gana. Y todo por un encargo: según sus propias palabras, le pidieron que elaborase un thriller donde tuviera mucha importancia internet, y se puso manos a la obra; toda una bofetada para quienes hemos contemplado con prejuicios alguna vez los trabajos por encargo, demostrándonos que si hay talento éstos pueden brillar con la misma luz que una obra de autor pura y dura.


Los dos protagonistas, Elijah Wood y Sasha Grey, están correctos, bien integrados en una trama que tampoco exige una interpretación de Oscar que, incluso, casi sería contraproducente porque desviaría la atención de lo importante: la historia en sí. Una música que no desentona y algunos silencios bien intercalados potencian el suspense de la historia.


Sasha Grey protagoniza una de las escenas más turbadoras de la peli. Y no sólo por la incertidumbre de saber si esa bata caerá o no.

Hasta dónde llegaríamos si pudiéramos colarnos en la intimidad de nuestro actor o actriz favoritos es algo a plantearse una vez vista la peli. ¿Dónde acaba la admiración por un artista y dónde comienza la obsesión enfermiza? En otro orden de cosas, a quien escribe estas líneas, que confiesa sus conocimientos de informática a nivel de usuario normalito tirando a torpe, el inquietante protagonismo del hacker desconocido le ha dejado un regusto de mal cuerpo: acojona la facilidad con la que alguien pudiera llegar a controlar tu ordenador y, con ello, acceder a tu vida y liarte una buena, algo quizá más real de lo que pensamos.


En definitiva, buen cine de suspense, una historia y una propuesta originales, morbo, algo de trasfondo en que pensar, algún que otro cameo divertido,... Por supuesto, os la recomendamos. Sólo queda que vayáis al cine y nos contéis vuestras impresiones.


¡Saludos culinocinéfilos!