El cartel de la peli. |
Comedia (a ratos desternillante), drama y suspense se entremezclan para contarnos cómo una tormenta de nieve obliga a retrasar el vuelo de Moscú a Madrid en el que viaja Slatan, un terrorista suicida de Karadjistan (un país ficticio, no conviene levantar ampollas) que planeaba hacer estallar un artefacto explosivo adosado a su cuerpo durante el despegue. Los pasajeros son alojados en un remoto hotel de montaña por unos días hasta que amaine el temporal y Slatan deberá convivir, a su pesar, con varias de sus futuras víctimas... porque el plan sigue adelante. Sin embargo, la actitud ante la vida de este grupo variopinto y singular le descolocará, hasta el punto de que se verá tentado a replantearse convicciones que, hasta entonces, tomaba por dogmas de fe.
Se trata de una historia coral en la que todos los personajes importan, donde todos tienen su razón de ser en la trama. Fruto, sin duda, del excelente guión firmado por Iván Escobar y Álex Pina (este último director de la peli), que se han preocupado por tratar a los personajes con la suficiente profundidad como para que ninguno de ellos, tenga mayor o menor peso en el metraje, dé la sensación de parecer un florero.
¿Diríais que esta pandilla es capaz remover el corazón de un terrorista suicida lleno de odio? |
Pero, por encima de ellos, es de justicia destacar el excelente trabajo de un Alex García que nos ha dejado boquiabiertos con su caracterización de Slatan. Nunca hemos estado en el Cáucaso, pero al escucharle hablar uno le confundiría con un nativo de la zona si no supiéramos que es tinerfeño. Nada es casual, por supuesto. Aparte de adelgazar y conseguir un aspecto físico más fibroso, asistió a clases de ruso durante meses y tuvo que aprender a matizar el acento, para que fuera más parecido al caucásico. Una interpretación muy currada que logra conmovernos por momentos, cuando sabemos de su sufrimiento, y pegarnos a la butaca cuando nos muestra el odio y la rabia a través de sus ojos. Enorme. Todo un esfuerzo cuyo resultado, salta a la vista, es impecable.
A Alex García no le pongáis una polka. Es más de correrse juergas en los Carnavales canarios. |
Con un final muy en plan Jungla de cristal II, Kamikaze es una propuesta arriesgada y sorprendente, y en Cocina Paradiso valoramos estas dos cualidades. Aunque es cierto que adolece de cierta falta de ritmo en algunos momentos, no lo es menos que nos gusta ver algo diferente a lo habitual en el panorama de nuestro cine, y lo agradecemos. Porque, al final, la peli te remueve. Para aquellos más reacios, creednos: si visteis Ocho apellidos vascos y os gustó, Kamikaze puede ser otra buena referencia para reconciliaros con el cine español.
¡Saludos culinocinéfilos!
No he visto aún la de Ocho apellidos vascos, pero todo el mundo que la ha visto dice que vale la pena. Parece que ésta también. El argumento llama la atención y la verdad es que sí que es original. Pinta bien.
ResponderEliminarSe nos acumula la faena ;)
Qué estrés cuando ves que las pelis se acumulan en el cine y no vas a tener tiempo de verlas todas, jajaja... ¡ya estás tardando!
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