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lunes, 13 de mayo de 2013

TORTILLAS DE PATATAS. ¡NO BUSCO MÁS!

Lo hemos hecho. Sí. Aunque parezca mentira. Aunque nos toméis por locos. Hemos sido capaces de levantarnos a las ocho de la mañana, sin ninguna necesidad, sólo para ir a probar la puñetera tortilla de patatas que no pudimos catar el otro día porque absurdamente no tenían a las once y media. Os la presento... ¡Tachaaaaaaaaaán!



¿Qué que tal estaba la tortilla? Pues buenísima, eso es indiscutible. No sé si la foto, hecha con el móvil, le hace justicia. Se nota la calidad de los ingredientes. No dudo que la hagan, tal como me comentó unos días antes la propietaria, con todo el mimo, el amor, y hasta que le cantan. Un buen pincho de tortilla bien cuajada y en su punto de sal. Pero ¿vale la pena ir a probarla? Pues os lo cuento:

Como se supone -hasta que descubra, lea, o me hablen de otro sitio- que he probado las dos mejores tortillas de la ciudad, no puedo evitar hacer la comparación entre las tortillacas del bar "sin nombre " y la cervecería Alhambra.

- El tamaño del pincho es similar, quizá un poquito más grande el del Alhambra, pero nada significativo, también pudo ser una casualidad.
- En el caso de Alhambra, la tortilla está cuajada cuanto apenas, quedando muy jugosa, aunque hay quien diría que cruda. En el bar del toldo beige está bien cuajada, sin resultar para nada seca. Esto es cuestión de gustos. A mí me encanta que quede el huevo un pelín crudito, pero también conozco a gente que le da repelús, así que... para gustos hay colores. Ambas están buenísimas.
- El precio también similar. Menos de cuatro euros un pincho con su trozo de pan y una bebida.
- La atención buena en ambos sitios. Ambos regentados por una pareja, maja, de los que da gusto, con tus buenos días, su qué tal está, su por favor y su gracias, que no se vosotros, pero yo lo echo de menos últimamente.
- El local. El Alhambra ya os comenté. Un local pequeñérrimo, dentro no hay mesas, y fuera pocas, aunque luminoso, al ser esquinero y con grandes ventanales. La gente se reparte entre la barra y las pocas mesas de fuera. En el bar de Guillem de Castro hay más espacio, aunque realmente tampoco es un lugar en el que da gusto estar. Estrecho y oscuro, sin más luz natural que la que entra por la fachada principal. Ambos antiguos, sin reformar, y sin cuidar. Son lo que son, no tienen más pretensiones.


- El entorno. El Alhambra está en el barrio de Abastos, un barrio concurrido con mucha vidilla, comercios alrededor, y mucho movimiento. El bar de Encarna y José María está en una gran avenida, en una acera muy amplia, pero con los inconvenientes propios de su ubicación; la terraza es ruidosa y con muchos "humos"

Más cosas. En el bar del toldo de "Cafés Valiente" te sirven el pincho con tomate crudo en el mismo plato. El tomate estaba muy rico, con su aceitito de oliva, su punto de sal y su toque de ajo, aunque yo lo pondría en un cacharrito aparte. A mí me gusta, y no le veo problema, pero seguro que hay a quien sí. Además, la tortilla lleva cebolla, y eso, al menos, hay que avisarlo. Como en el caso anterior, a mí no me importa, pero puede que haya a quién sí.

Total, y en conclusión... ¿Deberiais ir a probar sus tortillas? Pues en mi opinión, si resulta que pasas por allí -o cerca- de casualidad, pues sí, sin duda. Pero si tienes que desplazarte adrede... Pues no, la verdad. Y no por el local, ni por el entorno... Sobre todo porque como te descuides y lleguen antes que tú cuatro con hambre, haces el viaje en balde. De hecho justo detrás de nosotros llegaban cuatro chicos que estaban trabajando en una obra cercana a almorzar y pidieron bocata, y cuando entré yo a pagar, me comentó Encarna, muy "salá" ella... ¿ves? Con estos cuatro ya casi "acabá". En fin... Que no lo entiendo... Y la verdad es que me sabe mal poner una opinión negativa, porque en serio que son de lo más majetes y su producto es bueno. Pero es que no me lo explico...

Así y todo, si os apetece acercaros, tenéis el bar en el número 46 de la calle Guillem de Castro. Más o menos entre la Fnac de San Agustín y las Torres de Quart.

Y con esto y un bizcocho... Doy por terminada mi búsqueda de tortillas de patata, que ya está bien.

Postdata. ¿Nos os parece absurdo que el bar no tenga nombre?

Pues eso hermosos... ¡Hasta la próxima!


5 comentarios:

  1. Me alegro que haya cumplido con creces vuestras expectativas que si no después del madrugón

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  2. El misterio de la torrilla del bar sin nombre, resuelto.

    Ciertamente extraño ese lugar sin nombre. Lástima de horarios.

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  3. Por un pelo no se os adelantan esos 4 currantes y os quedáis sin probarla...que después de levantaros adrede ¡vaya putadón!

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  4. tengo que probar esa tortila!!! pero madrugar... que duda!

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  5. Sí... Lo de tener que madrugar es un rollo... Si la pruebas te pasas a contarme!

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