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sábado, 4 de enero de 2014

PATATAS EN SALSA (APROVECHAMIENTO)

Feliz año nuevo a todos!!! ¿Qué tal han ido estas fiestas? Las nuestras como siempre (por suerte) Hay muchísima gente, cada vez más, que ignoran, o directamente odian estas fiestas. Alfre y yo sin embargo, las pasamos como críos. Nos encanta pasear por el centro, las luces navideñas, el centro lleno de gente, la clásica visita al Mercado Central, el secretismo respecto a lo que nos traerán los Reyes Magos -Por que a casa llegan los reyes, no el gordito abuelete- decorar la casa, ver nuestras pelis navideñas; Nuestros clásicos suelen ser: Los gremlins, que bello es vivir, Love actually, la jungla de cristal 1 y 2, Natividad, Feliz Navidad... ¡Peliculones! En fin, y como no... ¡Las comilonas navideñas! Entre la familia de Alfre y la mía tenemos 7. Sí, sí! Como lo oís... ¡7 comidas navideñas! Y eso sólo con la familia, que luego están las citas con los amigos.

Como podéis imaginar, tanto papeo genera inevitablemente un montón de sobras. Pese a eso, puedo prometer y prometo que ¡NO SE TIRA COMIDA JAMÁS! Así que los días que no hay una comida o cena especial, lo que tocan son restos de las anteriores. Lo que supone que a lo mejor un día te desayunas un cacho de pannetone con la leche, te almuerzas una tostada con ibéricos, comes langostinos con turrón... O terminas haciendo unas mezcolanzas de lo más rocambolescas que terminan revolviéndote el estómago, gran clásico navideño también, esto del estómago hecho polvo ¿no? En fin! Sin embargo otros días resulta que te sale esto: 



MADRE MÍA QUE BUENO!!!! 

Podría decir que me he currado unas "patatas guisadas en salsa de vino tinto, con aderezo de champiñón y cebolla salteada y castañas cocidas" y suena de lo más rimbombante! Y la cosa es que es verdad, sólo que hecho en 5 minutos!

Pues recordaréis que os dije en el post sobre el pastel frío de pescado, que de plato fuerte había hecho la boeuf bourguignon. Yo con este plato hago una guarnición de patatas baby (bien limpias y cocidas enteras con piel) y champiñones salteados. El caso es que la carne normalmente se acaba, pero queda un montón de salsa y guarnición. Que hacemos, ¿la tiramos? Noooooo!!!! Guarda esa salsa por favorrrr! Que está buenísima tiene un sabor súper potente que te arregla cualquier cosa que sea de por sí un poco sosaina, como unas patatas o un plato de pasta.

Para la crema de castañas usé esto que encontré en Carrefour:

cinco minutos en agua hirviendo y listas para usar. Hallazgo!

Vienen genial, porque te quitan trabajo en estas preparaciones. Sobraron un puñadito. Pero si no tienes o no quieres comprar adrede, no hay más que sustituirlas por cualquier otro ingrediente o directamente obviarlo.

Pues bien: No tienes más que cortar las patatas cocidas en trozos medianitos. Calienta una sartén con un poquito de aceite de oliva, y añade las patatas, los champiñones y los ingredientes que quieras añadir. Dale un par de vueltas a fuego medio. Ahora, añade la salsa, y deja unos cinco minutos moviendo de vez en cuando. Servir inmediatamente!

¡Listo! Eso sí, para hacer esto, tendréis que hacer antes la boeuf bourguignon, que te va a llevar más de tres horitas, así que si te decides... ¡Ya me cuentas!

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