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domingo, 24 de agosto de 2014

ARROZ AL HORNO. ¡MI RECETA!

Este fin de semana ha venido a Valencia nuestro amigo Tino a hacernos un vídeo para Cocina Paradiso. Quería grabar un plato, y yo quería que fuese algo clásico, típico de la gastronomía de mi tierra, y nos decidimos por el arroz al horno. Por si veis el vídeo y os entra el mono arrocero, os la dejo en la entrada de hoy.
En casa seguimos la receta clásica, excepto por un par de modificaciones mínimas más adaptadas a nuestros gustos (y nuestros vicios). Para que tengáis las dos, os dejo los ingredientes que yo uso, y luego os pongo lo que sería la puramente tradicional, ¡para que vosotros decidáis!



Aún recuerdo el primer arroz al horno que hice. Pensé que tras una vida viendo hacerlo a mi madre me tenía que salir bien... ¡Craso error! Pero con constancia, os puedo decir que hoy por hoy estoy en nivel Master de arroz al horno, jaja. Así que animaos, que os sale seguro, eso sí, para que no tengáis el fracaso estrepitoso que tuve yo (menos mal que tenemos un perro entregado a estos menesteres) aquí van unos consejos:
- usa un buen caldo, si es casero mejor. Es la base del sabor del arroz.
- la cazuela siempre de fondo plano.
- el arroz triplica su volumen al cocerse. Usa un recipiente suficientemente grande o tendrás una plasta. El arroz debe cubrir, en seco todo el fondo de tu recipiente, pero no más de un dedo o dos de grosor.
- cuando vayas a añadir el caldo, asegúrate de que está hirviendo, y de que el horno está bien caliente.
- No añadas más arroz si no vas a aumentar también el resto de ingredientes. Se estropeará la proporción arroz-tropezón.

El arroz al horno se hacía antiguamente con los restos del cocido (de ahí parte de sus ingredientes, como la patata, los garbanzos...) y aún hoy se conoce en algunos sitios como "arròs passejat" (arroz paseado). Este nombre viene de cuando no había hornos en las casas. Entonces, al día siguiente de un cocido, se "paseaba" la cazuela hasta el horno del pueblo, donde el hornero te lo hacía a cambio de unas monedas. 

Es un arroz dorado, seco, que se cocina tradicionalmente en cazuela de barro (aunque si no la tienes puedes usar cualquier otro formato, siempre y cuando sea de fondo plano y apto para el horno)


¡Ahhhh! ¡Y no es nada, pero nada light! Amigos de la operación bikini: ¡¡¡Huid, antes de que sea tarde!!!
Por cierto, para los seguidores de WW, ¡no contabilicéis este plato por menos de 16pp!

PARA 4 a 6 PERSONAS

- Medio kilo de arroz
- 900 ml. de caldo del cocido, de ave o de carne. En mi caso, un caldo hecho con repollo, zanahorias, puerro, apio, una carcasa de pollo grande y un hueso de jamón, pero podéis usar el que tengáis por casa, (o de malas.... ¡¡¡¡Ssshhhh!!!! No se lo digáis a nadie.... Comprarlo hecho)
- Una cabeza de ajos entera, más 3 o 4 dientes sueltos
- un tomate
- dos patatas grandecitas
- dos costillas de cerdo a trozos
- 250 gramos de garbanzos cocidos
- 2 cortadas gorditas de panceta fresca, cortada en tiritas (se suele poner en la receta tradicional, yo no le pongo porque en casa no gusta mucho la panceta)
- 3-4 morcillas de cebolla
- 4 longanizas (salchichas) frescas
-3 o 4 chorizos finos frescos
(Las longanizas y chorizos no son propios de la receta tradicional, yo se los pongo porque en casa les encanta así de potente)

Lo primero ponemos a calentar el horno a 250 grados, y a la vez, a calentar el caldo ya que cuando mezclemos los ingredientes ha de estar hirviendo (fundamental para un correcto punto del arroz).
Pelamos y cortamos a rodajas las patatas, y las freímos hasta que cojan un ligero dorado (después se van a hornear) junto con los dientes de ajo sueltos. Las salamos y apartamos en un plato.
Quitamos el exceso de aceite de la sartén, dejando lo justo para sofreír las costillas (salpimentadas) hasta que estén doradas. Las metemos dentro del caldo que tenemos hirviendo.
Ponemos en la sartén caliente el resto del embutido -excepto las morcillas- troceado previamente. Una vez dorado volcamos al caldo. Retiramos los dientes de ajo que había en la sartén y los deshechamos.
Ponemos en el caldo los garbanzos.
Coloreamos el caldo con azafrán, o un poco de colorante alimentario.
Por ultimo, en el aceite que nos queda en la sartén, sofreímos el arroz durante un minuto, dándole vueltas para que se impregne de todos los sabores.

¡Ahora le toca al horno! Volcamos primero el arroz en la cazuela de barro. Ahora, echamos el caldo hirviendo. Rápidamente, para que no pierda calor, ponemos en el centro de la cazuela la cabeza de ajos entera y pelada, el tomate partido en dos, y las morcillas. Por último, colocamos las patatas alrededor de la cazuela. Horneamos de 20 a 30 minutos, a máxima potencia, hasta que el caldo se haya consumido totalmente. Apagamos el horno, abrimos la puerta y lo dejamos reposar 5 minutos...
¡Y a gozarlo! 



2 comentarios:

  1. Buenísimo. Doy fe de que te sale espectacularmente bueno.

    Mi abuela a veces hacía una versión con pasas, que le van muy bien...por si os gustan y queréis añadirle un puñadito. Le da un toque diferente.

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    Respuestas
    1. Seguro que está bueno V! Aunque "mi costillo" no es nada fan de las pasas. De momento me quedo con mi versión con las patatas fritas, la costilla y los embutidos varios, que creo que va bien servido, jeje!!!
      Pero gracias por la idea, genial que te cuenten versiones de los platos tradicionales!

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